Ignoramos las razones de la celebración pero vaya que debe tenerlas. Ayer, domingo por la mañana, el alcalde de Yarinacocha, Edwin Díaz Paredes, en horas en las que bien podría haber estado poniéndose en paz con Dios, escuchando la misa dominical de rigor, prefirió consagrarlas a hacer compras. Pero no cualquier compra. Díaz Paredes, que siempre ha sido persona de buen comer y buen beber, salió envidiosamente bien apertrechado de una tienda del centro de la ciudad, con sendas botellas de whiskey –escocés, of course-, algo de vino y como maridaje perfecto un buen queso nacional. Santé et bon appétit. Aunque, claro, si el gran pretexto es el aniversario patrio, bien pudo hacerse de unas cuantas botellas de pisco, nuestro licor de bandera. ¡A-RRI-BA PE-RU!
Publicado: Diario Ímpetu. Columna El Informante
Julio 27, 2009
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