domingo, julio 13, 2008

ESTAFAS 2008: La tecnología al servicio de los timadores



El milagro del internet, y las posibilidades de comunicación que ofrece la telefonía celular, no sólo ha facilitado el acceso del ciudadano más o menos común y corriente a todo tipo de información, sino, también, ha abierto un inmenso portón para el ingreso de imaginativos e inescrupulosos timadores.

Domingo, 3 en punto de la tarde. Exactitud ostentosamente sajona. El timbre de mi teléfono celular me arranca de la lectura de uno de los poemas de "Santuario de Peregrinos", que Percy Vílchez -generoso él- me obsequiara la semana pasada. Caso inédito en el que el entrevistado -el poeta es, también, editor de Katenere, la revista cultural del diario Pro & Contra de Iquitos- es retribuido por conversar con un amigo. "Debí apagar el teléfono", me dije, culposo. Era un mensaje que había ingresado al aparatito.

El número, desconocido -1990870305-, despertó mi curiosidad, pero mayor aún fue la algarabía fugaz que provocó su lectura. El mensaje era la respuesta a mis oraciones no dichas, la contestación a mis plegarias nunca consideradas.

"¡Felicitaciones! -así, con entusiasta admiración empezaba el texto- Teleprom y ATV le informa que asido -sic- el virtual ganador de la suma de 3,000 soles en efectivo..". ¡Guau! Dios sí existe. Y doblemente ¡guau!, porque, cuando Dios da, lo hace a manos llenas. No sólo mi humilde persona había sido al afortunada ganadora de esa bendita suma de dinero, sino que, además, no podía creerlo, "+ un TV plasma de 24 pulgadas" -¡qué lástima, hubiera preferido uno de 32 de cristal líquido, pero, en fin, a caballo regalado no se le mira el diente; después de todo, diosito se podía arrpentir,¿no?

La nota me indicaba que, para mayor información, debía comunicarme "al instante", al término de la distancia, sin dudar, ya, ya, ipso facto al celestial número -1990870305- y hablar con el representante de Teleprom, Juan David Altamirano.

Magnífico, dejar de lado el libro de Percy podía estar perfectamente justificado, pero mi lado racional -como un angelito vestido de blanco sobre mi hombro derecho- me susurró: "Pero si tú nunca participas en sorteo alguno" "¿Acaso tienes alguna relación con Teleprom o con ATV?"... La verdad que no. Y sonreí.

Nunca hice la llamada; no escuché la sin duda persuasiva voz del señor Altamirano -si es que así se apellida el fulano, pero, sin duda, que más de un ingenuo habrá cedido -mismo Oscar Wilde- con facilidad pasmosa, a la tentación, y algo habrán perdido.

Pero, claro, me di una vuelta por la net y, curioso, ingresé a www.telepromociones.com -la página consignada en el mensaje-. Mi sonrisa se amplió. La página exisitía, pero su dominio se encuentra en venta. Sí, señor. Ahora, sí, "El Santuario de peregrinos me espera", y, esta vez, apagaré el teléfono.

Post data
En mayo del año pasado, don Francisco Pizango Pacaya -trabajador del Colegio Nacional de Iquitos- recibió un mensaje en su celular: Más afortunado que yo, su remitente -ubicado en el teléfono 51-44949019233- le hacía conocer que había ganado 1,500 dólares + un televisor Sonny de LCD de 29 pulgadas. Don Pancho tampoco atracó. ¡Los estafadores contraatacan, señores ingenuos! ¡A no ceder a las veleidades de la ambición!

Foto: Pro & Contra

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