Los bussines del locoVíctor Valdez Meléndez, ex papi de la Patria, siempre tuvo una habilidad casi innata para los negocios. Y, claro, como suelen decir los gringos, "money is money", nunca se hizo de mayores problemas de carácter moral. De allí su éxito como impulsor en el competitivo mundo de los masajes, tan convenientes para ablandar las durezas más empecinadas.
¡Ah!, y como abogado, aquí en la bella Puka Ashpa, a fines de los 90, también logró marketearse rápidamente, sobre todo gracias al apoyo de una magistrada, muy cercana a él. Luego vino la política y como el apellido Valdez era una suerte de "Ábrete, Sésamo", comenzó a vender la idea que era sobrino de Luis Valdez Villacorta... y, al final terminó siendo sentenciado a 4 años de prisión condicional, por promover desbarajustes en el palacio municipal, durante el primer gobierno de su supuesto tío.
Por sus obras los conoceréisAhora –propietario de un canal de televisión- se resiste a abandonar la arena política. Y es que la satisfacción va más allá de lo meramente espiritual. Hace pocos días, en compañía de Miguel Granda Daza, estuvo en Aguaytía. ¿En qué negocio? En el de la revocatoria, pues.
Granda Daza, que patrocinaría legalmente al ex alcalde Benjamín Caballero Lagomarcino, parece haber llegado a un acuerdo salomónico con éste. “Mis honorarios por firmas para revocar a Jorge Velásquez Portocarrero y compañía”. El ex papi de la Patria llamó ayer a una radio de Aguaytía para, con ese tono histriónicamente engolado que tiene para hablar, argumentar sus peculiares razones por las que el Jorge Velásquez Portocarrero, el “loro mayor” y sus consejeros deben ser revocados. El consejero Willy Alguayo le salió al frente y, limitándose a enumerar lo hecho no sólo por el gobierno regional sino por la sub región de Padre Abad y la propia municipalidad provincial, lo dejó como palo de gallinero. ¡Fuchi!
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