viernes, septiembre 12, 2008

ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

El tema pasó del reciente viaje del teniente alcalde de Coronel Portillo, Ulises Saldaña Bardales, a la capital de la república prácticamente inadvertido . Se sabe que Saldaña se reunió, en Lima, con el congresista aprista José Macedo Sánchez, con quien se le habría visto ingresar a las elegantes oficinas de algunos connotados –es sólo una calificación- parlamentarios apristas. Pero no de cualquier parlamentario aprista, sino de padres de la Patria integrantes de la Comisión de Transporte y Comunicaciones, como el caso del loretano César "Pacucho" Zumaeta. Sucede –y excusen el desfachatado cinismo- el tráfico de influencias en nuestro país es toda una institución. Claro, los apristas le han agregado un ingrediente especial quizás para darle un toque de personalidad: el descaro ofensivo, la concha evidente, olvidando que Dios perdona el pecado, pero no el escándalo. Claro, la cita última es de un político, porque Dios qué tendrá que ver con estos terrenales negocios.

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