¿Y LUEGO DEL ESCÁNDALO, QUÉ?

Uno de los axiomas universales de la política es "se perdona el pecado, pero no el escándalo". Así, en este ejercicio de la política entendida como la práctica del cinismo, muchas serán las cabezas que rodarán, no tanto porque el gobierno tenga la firme convicción de combatir la corrupción y la podredumbre, sino porque, al parecer, ya no le queda otra salida.

Así, entendiendo que la mejor defensa es el ataque, el gabinete que preside Jorge del Castillo, se presentó hoy, de manera súbita, en el Congreso de la República. La presencia del pleno del Consejo -medida, sin duda, consultada y aprobada por el presidente Alan García- buscaba tomar la iniciativa en el tratamiento de un escándalo que, a medida que transcurren las horas, parece salpicar a más funcionarios de gobierno de primer nivel. Al final, ante el retiro de las diferentes bancadas parlamentarias e, incluso, de los integrantes de la Mesa Directiva, Del Castillo se quedó solo con el presidente del Congreso, Javier Vásquez Quesquén.

Poco antes de estallar el escándalo -el mayor, pero no el único- Alan García utilizaba en un acto público el nombre de "ratas e insectos" para referirse a los corruptos. En ese momento el presidente García no tenía la menor sospecha que, horas más tarde, la emisión de unas grabaciones telefónicas en "Cuarto Poder" haría que los roedores -provenientes de su propio Gobierno- aparecieran por todas partes.

En medio de la puesta a disposición de los cargos de todos los integrantes del Gabinete Del Castillo, esta noche -a las 10:00- está anunciado el mensaje a la Nación que brindará el Presidente del Consejo de Ministros. La población estará atenta a escuchar algo más que las constantes proclamas de inocencia.

Por el momento, el presidente García permanece se ha limitado a poner el grito en el cielo. "Les pido ayuda a todos los partidos y al Parlamento mismo para que arranquemos de raíz la podredumbre, que hace dudar a nuestro pueblo".

La pregunta es: ¿Qué hará ahora?

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