Como haciendo algo de calistenia para el rush de inauguraciones de hospitales -al ritmo de uno por mes- el ministro de Salud, Hernán Garrido-Lecca, empezó, al toque, estrenando, si no un hospital sí un moderno centro de salud en un distrito limeño. Demostrando que la gastroplastia a la que se sometió hace unos meses sobedeció no sólo a preocupaciones de índole estética, sino a gozar de mayor agilidad y reflejos, Garrido-Lecca, ahora, ante la exigencia del presidente García, asume actitudes que, como lo ha afirmado, le exigirán mayores dosis de humildad... que contradicen, de hecho, su cercana arrogancia.
Sucede que ayer nomás -decimos, es sólo un decir- el titular de Salud, estando de visita por la cálida ciudad de Pucallpa, refiriéndose a su voluntad de refaccionar hospitales y no construirlos, afirmó, con vehemencia: "Les vamos (a los hospitales) a poner punto de oro", como ciertas conocidas de este seguro servidor que, a pesar de su animoso trajinar, han quedado como adolescentes modositas.
Vanidades al margen y haciendo patente una obediencia casi cstrense -al menos al presidente García- Garrido-Lecca ha comenzado a desplegar un ánimo inaugurador a toda prueba: "Yo no pongo primeras piedras. El Perú esta lleno de primera piedras, yo pongo últimas piedras y entregó obras hechas y equipadas". ¡Pronto! ¡Mayores dosis de humldad! ¡Please!
Garrido-Lecca, quien parece guiarse por aquelllo de que la necesidad es la madre de la inventiva, no dudó, hace unos días, en consentir el uso de ¡herramientas de ferretería! para realizar operaciones quirúrgicas. Eso sí, oiga usted, siempre y cuando estén correctamente esterilizadas. En resumen, el ministro recibió una andanada de calificativos de la escala de ignorante para arriba. "Enfermera, le he pedido la llave Stillson y no la inglesa".
El ministro proclive al "punto de oro" ha dado paso, luego del discurso y la conminación presidencial, al estreno de fábrica, al punto que, en Huancayo, el viernes último no más, Garrido-Lecca propuso la construcción de un nuevo hospital en el mismo lugar donde se levanta el Hospital de Apoyo El Carmen.
Claro, dinero no le faltará, como que su par de Economía y Finanzas, Luis Valdivieso, ha reformulado el presupuesto y hasta algunos de sus pares, como es el caso de Rafael Rey, con sonrisitas condescendientes y todo eso, ha decidido renunciar a parte del de su sector, para apoyar la misión constructora de Garrido, el futuro humilde.
Foto: ANDINA, Héctor Vinces
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