RECONOCIMIENTO AL HIJO PUTATIVO

En este caso no se podría decir que a la tercera va la vencida, sino a la centésima sexagésima. Cuestiones de rating político, o de brindarle al hijo putativo del Apra un reconocimiento que no necesita de ADN, gracias al canal del Estado, el país entero ha vuelto a escuchar a Alberto Fujimori.

Millones de peruanos tenemos, ahora, la oportunidad de volver a escuchar el tonillo cachoso y el mal español de Fujimori Fujimori, en un alegato que más que una rueda de autodefensa se ha convertido en un mensaje a la nación.

¿Cuáles son los criterios esgrimidos por los mandamaces de Televisión Nacional del Perú para haberse decidido, tras 159 sesiones de alegatos, pruebas y testimonos, a darle cámaras y micrófono al acusado más célebre de la historia del Perú?

Una respuesta podríamos encontrarla en un intento de mensaje, por parte del gobierno de Alan García Pérez, de que, el régimen observa un absoluto respeto a los derechos de quienes están sentados en el banquillos de los acusados.

De ser cierta esta premisa, cabe legítimamente hacerse otra: ¿Y los derechos de quienes fueron víctimas inocentes de un régimen que utilizó la tortura y la muerte para justificar sus fines? ¿Por qué Fujimori sí ha logrado la aquiescencia del canal de todos los peruanos para exponer sus argumentos y el Estado peruano -no el régimen aprista, que hay que diferenciar- no ha tenido la oportunidad de apreciar, en iguales términos de equidad, las más de 500 pruebas presentadas en su contra por la Fiscalía?

¿O acaso los compañeros de TNP estarían tratando de darle una lección de paternidad al congresista Edgar Núñez, envuelto en un escándalo de desafecto a una hija reconocida -y a quien pretende quitarle la paternidad- y a otra, de quien afirma, reconocerá si la prueba del ADN demuestra que, en efecto, es el progenitor?